Desde que era pequeña me acostaba con la radio a pilas marca national de color rojo, regalo de alguna pascua pasada, apegada a mi oído escuchando en silencio dentro de mis sábanas blancas planchadas, escondiéndome de mis padres para que no se dieran cuenta que yo pasaba parte de mis noches con insonmio soñando con aquellas letras de canciones donde el principe corre por un camino como loco para llegar donde su amada. Era Sandro, el Gitano, el gran amor de niñas tímidas, a quienes nos llamaba la atención esos movimientos eróticos de películas sin color ni sonido.
Recuerdo que así empecé a relacionarme a escondidas con las letras de las canciones, creo que esos momentos de silencios nocturnos solo para mí hicieron de mí amar lo que hago, aprendí amar mi soledad escribiendo. Partes de esas letras han sido inspiración para mis escritos, otros pura realidad vivida a mil en mi piel.
Mis primeros años de enrolarme en las letras de canciones, fue Julio Iglesias, Leo Dan, y para que decir de José Alfredo Fuentes, mas de alguna vez me puse a propósito calcetines amarillos.
Con el tiempo me fui quedando con Sandro, el irresistible. Cómo olvidar aquellos labios gruesos, carnosos que me hacían soñar con un beso!. Pensar en Sandro es revivir gran parte de mi vida.
Fui creciendo, aprendiendo letras que marcaron en parte mi infancia, adolescencia, y juventud.
Cuando me enamoré por primera vez empecé a soñar con esas canciones, soñar con largas caminatas tomadas de la mano de aquel amor de verano de turno. Y vaya que turno!. Fue así como la playa se durmió en su silencio y se quedaron sobre la arena todas las ilusiones tejidas.
Las velas de los barcos lloraron tu ausencia.
Al pasar los años me las lloré todas con la tristeza de algunas de ellas, pero me enseñaron a superar mis penas ahogando sus letras en mi alma, repitiendo cada palabra en contra cuando algo o alguien me dañaba. Así aprendí a superar mis penas con música siempre en español, para que en inglés si nunca me gustó. Soy chilena y hablo español.
Me hice joven, me enamoré de un ser demasiado especial, con quién juntos iríamos al paraíso con las golondrinas, donde el mundo sería nuestro hogar, y nuestros besos darían el concierto mas bello y mas dulce que habría.
Hasta que un día de Julio del año 1985, apareció De tu ausencia, de Alberto Plaza, culpable de mi desición de contraer matrimonio.
Ya tomada de la mano de aquel hombre maravilloso que la vida me dió, la felicidad llegaba a mi vida centrándome como persona feliz de vivir en un mundo donde me sentía aún mas amada que cuando pequeña. Aparece de pronto en mi, Pablo Herrera, con hoy tengo ganas de ti, junto a mío de Miriam Hernández, tres protagonistas de letras maravillosas que han sido parte de mis días.
Con la partida de Sandro, sentí que quedé un tanto sin sabor de música identificable conmigo, hasta que un día mi hijo, me presentó a un cantante que no había caso que yo le pusiera atención por que no me gustaba como era, mi poco tiempo para leer me alejaba mas de las radios, la nueva tecnología me llevaba a encerrarme en mis escritos silenciosos. Fue así como sin querer puse atención a una letra que me llegó tan dentro que la curiosidad de saber, conocer mas me llevó a buscarle a diario. Ese cantante pasó a ser el compañero de secretos, y andanzas nocturnas silenciosas mentales.
Fue así como empecé a ser suya siempre.
Conocí el abandono que deja la muerte, la tristeza de perder lo que mas quería, conocí el renacer del amor en tus labios, lloré miles de lágrimas, y hoy sonrío de nuevo a mi vida, junto a el.
Junto a letras de canciones que me devuelven la fuerza, la paz y la inmensa alegría de vivir.
El tiempo, enemigo inevitable de nuestras vidas, se fue apoderando de cada uno de mis recuerdos, se fue quedando con mis penas y alegrías, como si hoy tuviera en este recuerdo veinte o treinta años menos, da lo mismo, aquí estoy soñando con letras que hicieron historia en algún recodo de mi pasar.
Así nació mi vida en una canción. ¿Te gustó?.
Eh aquí por que amo la música en español, me transforma a mundos imaginarios que tal vez puedan existir. Donde existimos tu y yo.
...cuando vendras,
cuando podré por fin
volverte a besar
cuando vendras, cuando...
La foto está tomada en la bahía de Quintero, en el mes de octubre, cuando las gaviotas comienzan a dar sus primeros pasos en el agua.
Hermoso.
Es la ilusión de una nueva vida.
Utopias
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