Nada pido todo te lo doy.
Esperaré cada momento con ansiedad,
sea bueno o malo, lo viviré a ful.
Esperaré todo lo que me quieras dar.
Agradeceré cada sonrisa que me entregues,
cada gesto sincero,
cada mirada silenciosa que me inunde de paz,
cada día un nuevo amanecer,
hay tanto que agradecer.
Soñaré con los días del arco irís,
el sol recostándose en el horizonte,
la luna saliendo entre medio de los cerros.
Pasaré de largo cuando alguien sienta que mi ego es superior al suyo,
cuando intenten envidiarme por mis logros y triunfos,
cuando los chismes y cahuines intenten tocarme.
Viviré cada momento como si fuera el último,
besaré con la nobleza y pasión de mis labios,
miraré con la nostalgia de unas casas viejas,
caminaré descalza andando con zapatillas,
sonreiré sin querer queriendo,
sonreiré con mis ojos cuando sienta que me seducen.
Lloraré cuando logre descubrir que aun puedo asombrarme,
de las cosas cotidianas en cada despertar.
Lloraré cuando sienta que el amor me ha traicionado,
cuando sienta que el amigo fiel ya no existe,
cuando crea que el mundo se equivocó injustamente,
cuando el tiempo me pase la cuenta de acostarme tarde por que me gusta,
cuando el amigo verdadero me abandone,
y el día se duerma sin acariciarme.
Disfrutaré el canto madrugador de los pajaritos de mis árboles,
la triste caída de las hojas de otoño,
las noches taciturnas de invierno,
el ronquido ensordecedor de mi esposo,
el beso fugaz de alguien anónimo en mis sueños,
las caminatas por la orilla de una playa solitaria,
los chocolates, las guagüitas que me traiga Dani,
los discos de Calamaro y Pablo Herrera a todo chancho,
los langüetazos de mis perros al besarme.
Respetaré el asiento para discapasitados en el metro,
el llanto sublime de un anciano lleno de recuerdos,
el horario vespertino del bohemio de Marcelo,
el pensar de las personas cuando es diferente al mío,
las opiniones vertidas con sabiduría.
Seguiré esperando que me muestres las oportunidades,
seguiré confiando que esas oportunidades llegaran.
Tanto que decir...
Lo malo que se lo lleve el viejo,
lo bueno que lo traiga el nuevo.
Tanto que entregar...tanto que hacer y yo sin tiempo.
Marcela Opazo Castro
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