13 dic 2010

"Madre versus madre"

Hace poco tiempo en el incendio producido en la cárcel, donde fallecieron ochenta y una personas presas de su libertad, pudimos ver por la televisión como mostraban a las madres, gritando, en sollozos, víctimas de una desgracia, de los delincuentes encarcelados cuando realizaban una manifestación exigiendo "DERECHOS" para sus hijos.

Habiéndola visto por televisión, me hicieron llegar esta nota respuesta de una madre ciudadana a una de las madres que protestaba.

De madre a madre:

- Vi tu enérgica protesta delante de las cámaras de TV, en la reciente manifestación en favor de la reagrupación de presos, y su transferencia a cárceles cercanas a sus familiares, y con mejores prestaciones.
- Vi como te quejabas de la distancia que te separa de tu hijo, y de lo que supone económicamente para ti ir a visitarlo como consecuencia de esa distancia.
- Vi también toda la cobertura mediática que dedicaron a dicha manifestación, así como el soporte que tuviste de otras madres en la misma situación, y de otras personas que querían ser solidarias contigo, y que contabas con el apoyo de algunas organizaciones y sindicatos populistas, comisiones pastorales, órganos y entidades en defensa de los derechos humanos, ONGs etc.
- Yo también soy madre y puedo comprender tu protesta e indignación.
- Enorme es la distancia que me separa de mi hijo.
- Trabajando mucho y ganando poco, idénticas son las dificultades y los gastos que tengo para visitarlo. Con mucho sacrificio sólo puedo visitarlo los días domingo, porque trabajo incluso los sábados para el sustento y educación del resto de la familia.
- Felizmente, también cuento con el apoyo de amigos, familia, etc.
- Si aún no me reconoces, yo soy la madre de aquel joven que se dirigía al trabajo, con cuyo salario me ayudaba a criar y mandar a la escuela a sus hermanos menores, y que fue asaltado y asesinado a balazos por tu hijo.
- En la próxima visita, cuando tú estés abrazando y besando a tu hijo en la cárcel, yo estaré visitando al mío y dejándole unas flores en su tumba.
- ¡Ah! Se me olvidaba: ganando poco y sosteniendo a mi casa y familia, además con los impuestos que pago, tu hijo seguirá durmiendo en un colchón y comiendo todos los días. O dicho de otro modo: seguiré manteniendo a tu hijo delincuente y asesino.
- Ni a mi casa, ni al cementerio, vino nunca ningún representante de esas entidades que tan solidarias son contigo, para darme apoyo ni dedicarme unas palabras de aliento.
- ¡Ni siquiera para decirme cuáles son MIS DERECHOS!

Me dió pena, impotencia, no le deseo mal a nadie, pero estoy de acuerdo con esta madre que gracias a un delincuente muchas madres no podrán jamás abrazarlo. Es difícil creer en su reinvicación, cuesta pensar que un día ya no serán lo que fueron, sin educación, no hay respeto.
Quizás entre todos podamos revertir estos valores que existen en nuestro país, donde los delincuentes tienen más derechos que los ciudadanos honrados y trabajadores, que sólo queremos vivir en paz. Sigo sin creer en la justicia, pero si creo en la divina.


Solo hay que esperar.

No hay comentarios:

Escritos de mi alma

Mi lista de blogs

votar Mi Ping en TotalPing.com