"Amanecí tonta."

Hoy desperté pensando en tí, tomé el teléfono para llamarte, pero no hay números ni teléfonos donde estás. Y me repetí una y otra vez como tu, amanecí tonta. Era tu frase de dar a entender que no tenías ánimo para estar, para levantarte, por tus equivocaciones quizás de querer caminar no pudiendo. Yo amanecí tonta de querer abrazarte, de querer sentirme cerca tuyo. De decirte te amo a gritos.
Me preocupa el no haber ido a verte, lo intentaré apenas pueda, debo llevarte esa bandera tricolor chilena que tanto amabas, los remolinos y tus hermosas flores, flores que trato que nunca te falten. De repente me exaspera ir y no encontrarte con las flores secas que te van quedando, quiero que siempre tengas flores, te gustaban tanto, te llenabas de emociones cuando alguno de nosotros te las regalaba en vida.

Te acordaras en donde quiera que estés, de como pasabamos las fiestas patrias, imposible, no lo se. De pequeña era ir a tiendas comprar la tenida dieciochera, teniamos que andar de punta en blanco, todo nuevo. Te las vivías todas para estas fechas, en cambio a mí me da igual desde que partiste, no es lo mismo, busco la tranquilidad, esa tranquilidad en el ambiente natural, disfrutar de mi soledad.

Si, hoy amanecí tonta, quise abrazarte y no puedo. Mañana iré a verte, me acostaré sobre tu tumba como acostumbro a hacerlo cuando voy sola, sueño que me abraces, y que algo conversamos. Es la locura de mi mente desvalida.

Es tarde, ya los pajaritos han empezado a cantar...apreto mis ojos para que estas lágrimas no salgan. Sigues estando en mí. Te amo madre mía, cuantas veces te lo dije, y aun lo sigo repitiendo.

Mañana es otro día...tendré esperanzas de tenerte. Se que estás en cada momento, nunca te has ido de mi lado. Espérame.

Marcela Opazo Castro