Antes, enviarte el último mensaje era tan importante para ti, soñabas cada noche esperándolo para dormirte tranquilo y como yo sabía lo importante que era, lo mandaba solo por hacerte feliz.
Hoy el último mensaje no tiene ningun significado.
¿Donde está ese gran amor que decías sentir?
Todo fue mentira.
Tu forma de actuar estos días no ha sido lo que soñé.
La pena que me dejas es enorme,
volveré a ser lo que era antes de conocerte.
Antes de enlodarme con una pasión destructiva.
Adios.
Quedate con tu vida y olvida que una vez soñamos juntos a orillas del mar.
Estar contigo fue maravilloso, hacerte feliz, con sabor a poco.
Buscaré la forma de alejarme lo que mas pueda.
Pensaba que después de nuestra última conversación todo sería diferente,
me equivoqué, el daño ha vuelto a rebotar.
Tu inmadurez te delata.
Se te acabó la magia de estar enamorado.
No se vivir sin esa magia.
Las plantas hay que saberlas regar de lo contrario se secan.
Esta planta se secó para tí.
Me perdiste en medio del mar entre olas agitadas,
en la soledad del desierto,
en la oscuridad de las noches y las frías mañanas de otoño.
La pasión no existe sin tocarse.
Las manos se agitan en la nada.
La luna se pierde en las nubes.
Se le apagó la luz al faro.
Acabo de enviarte mi último mensaje.
No se esperar un tal vez.
En este momento no hay mañana.
Todo acabó...el tiempo no se puede retroceder.
Las promesas se cumplen.
Vivo hoy.
La foto, en un lugar del Desierto chileno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario