UtopiasChile
04/12/06
Ojalá muchos padres les hubieran enseñado esta parabola a sus hijos, pero muchos ni siquiera saben que existe...leánla y meditenla en que les toca a ustedes.
Esta es la historia de un hijo que nunca supo lo que significaba la verdadera amistad, tenía muy mal caracter, no permitia que nadie se entrometiera en sus cosas hasta que un día...
Su padre le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia, debería clavar un clavo detrás de la puerta.
El primer día, el muchacho clavó 37 clavos detrás de la puerta.
Las semanas que siguieron, a medida que el aprendía a controlar su genio, clavaba cada vez menos clavos detrás de la puerta.
Descubrió que era más fácil controlar su genio que clavar clavos detrás de la puerta.
Llegó el día en que pudo controlar su carácter durante todo el día.
Después de informar a su padre, éste le sugirió que retirara un clavo cada día que lograra controlar su carácter.
Los días pasaron y el joven pudo anunciar a su padre que no quedaban más clavos para retirar de la puerta...
Su padre lo tomó de la mano y lo llevó hasta la puerta.
Le dijo: "has trabajado duro, hijo mío, pero mira todos esos HOYOS en la puerta. NUNCA MAS SERA LA MISMA...Cada vez que tú maltratas, cada vez que tu haces daño, dejas cicatrices exactamente como las que aquí ves."
Tú puedes insultar a alguien y retirar lo dicho, pero del modo como se lo digas lo devastará, y la cicatriz perdurará para siempre.
Los amigos son en verdad una joya rara. Ellos te hacen reír y te animan a que tengas éxito. Ellos comparten tus triunfos como tus derrotas, te salvan de hundirte en el lodo, pero tu eres tan inmaduro que no te das cuenta del enorme daño que has dejado.
Una mirada, un decir lo siento a tiempo, un apreton de mano, un abrazo quizás, puede salvar tu amistad, por sino lo sabes aun es tiempo de que lo intentes, el hacerlo es aprender a ser mas persona, mas humano...
Aun es tiempo de sembrar...recuerda que lo que siembres hoy, cosecharás mañana.
