26/01/07
Si alguna vez aprendí algo, fue a amar a los perros. Y a los que han sido parte de mi familia, se les ha tratado como tal. Hoy lloro y agradezco la partida de mi Reina Thais Alexandra, fue mi gran perra, la mas valiente, la mas amiga, fue todo para mí, como cada uno de mis perros. Llegó a mí en el peor momento de mi vida, todo iba mal, pero ella con su inocencia cambió mi mundo. Corría el año 1992 cuando me la regalaron. Era ver a mi Pablo Javier, la amé desde el primer momento, no importó que fuera perra, la acepté y me hice cargo responsablemente. Creció junto a mis hijos, viajó con nosotros por todas partes, fue parte de nuestra familia. Tanto que decir de ella. Las palabras se atoran en mi garganta.
Agradezco a Dios que la haya llamado, sin sufrimientos, le agradezco a ella cada minuto de su vida que me entregó en forma fiel, sincera y amada.
Fue ella quien me levantó de la peor y última depresión de mi vida, cuando Lucrecia la puso en mis brazos, ella me miró y langueteó por primera vez mi cara. La última fue anoche cuando se despidió de cada uno de nosotros.
Ahora te esperan todos los que un día estuvieron contigo o fueron parte de tu vida que ya partieron, estás cruzando el puente del arcoiris, hazlo, vete feliz que a lo que tu viniste a este mundo lo lograste, dejas a una familia en pena, pero inmensamente feliz de haber compartido contigo tus 14 años de vida dedicados a nosotros.
Te amo mi preciosura, y ten la segurida que nunca te irás de mi vida.
Esta fue su última foto, anoche cuando con el fin de que comiera se le recetó colados, y comió hasta pollito que le gustaba tanto, sin pensar que era lo último que hiciera.
Hoy Reina ya es parte de mi jardín, acompaña a Pablo, Javier, Mikaela, Firulai, Jujú, Coco y Asís.
Gracias mi Dios por tantos minutos de dicha a su lado, que importa todo este tiempo con tensión permanente, si fueron 14 años de felicidad.
Te amo mi Reina.
Marcela
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