¡Que no se rompa la noche..."

Aquella noche mi madre tenía mucha fiebre, el miedo se apoderaba de mi mente, la oscuridad hacía temer lo desconocido, el frío acechaba sobre la ciudad, los perros aullaban, el silencio entre aullidos se hacía sentir dentro de mí. Empezaba a caer en el hoyo. Esa noche, maldita noche, noche de angustia, sufrimientos, manos transpirando, pulso acelerado, esperar lo que nacemos sabiendo, sin saber cuando.

Hoy he vuelto a sentir esa angustia, el corazón se oprime, las lágrimas comienzan a caer, los ojos se hinchan, enrojecen, la piel se engrifa, la sangre se enfría, el dolor va quedando oculto, consumiendo cada célula de esperanza. Duele, duele el alma. Y esa canción tocada en la radio, se repetía a full en mis oídos...Que no se rompa la noche, por favor que no se rompa, mientras rezaba una y otra vez, acariciaba su rostro amado, lo miraba...que sea serena y larga como el tallo de la rosa, que sea de luna blanca con su escarcha con su sombra, que tengo que amarte mucho, que tengo que amarte tanto, si la noche no acaba yo te voy a enloquecer. Que tengo que amarte mucho que si la noche no acaba yo te voy a enloquecer. Por que guardo un mundo. Mañana por la mañana si no se rompe la noche, haremos locuras nuevas con el amor que nos une...

Ha sido una noche difícil para un país entero, noche de tiritones, de recuerdos, de miedo, de sentir que estás perdiendo a alguien querido y no puedes hacer nada. Sientes que nada se puede hacer a última hora, que ninguno de nosotros tiene la vida asegurada, y lo único que vivimos sabiendo que la muerte nos ronda a cada segundo...es la vida me digo, se de muertes, se de abandonos, y se de miedos. Trato que la vida no me encuentre sin preparación, cada noche es un desafío al cerrar los ojos, sin saber si los abriré
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Duele el cuerpo fatigado, duele el alma desconsolada. Ya no volverás a estar. Te esperé con ansias, nunca mas volverás.

La pena inunda muchos corazones.
Nostalgia.
Aprovecha que aún respiras, yo puedo morir en un instante, la pena me ahoga.

Creo que a todos nos pasa, pero la vida y los años se encargan de mostrarnos el camino a seguir, con pruebas, con altos y bajos. Tal vez esas personas no se dan cuenta que nos hacen daño a sabiendas y no se percatan que nos pueden perder en un segundo.

Aprendí que la vida hay que disfrutarla, trato de no estar enojada con nadie, trato de decir te amo lo que mas puedo, me las lloro todas por ser una sentimentalista llena de emociones que afloran a mis ojos en momentos como los que estamos viviendo, no me da verguenza decirlo, todo lo contrario, aprendí a no dejar para mañana, ni pasado, lo que tengo que decir hoy, si tengo que partir, quiero partir libre, sin amarras.
Aprendí a decir te amo cuando lo siento, cuando lo necesito.
Aprendí que la vida se puede terminar en un segundo, que nada vale sino somos capaces de enfrentar nuestra realidad.
Aprendí a no dejar círculos abiertos.
Aprendí a amar lo que Dios me entrega cada día.
Aprendí a compartir libremente mi libertad.
Aprendí a no ser egoísta con mi vida.
Aprendí a pedir perdón sin verguenza cuando me he equivocado.

Que no se rompa la noche, que no llegue la mañana, que no se oculte la estrella ni la luna en tu ventana, que sea una noche eterna, una noche laaarga, larga.

Tiempo de reflexión, tiempo de pensar, solo tiempos que se van.
La muerte es lo único que nacemos conociéndola decía mi querida e inolvidable madre.
Cuantas veces he mirado al cielo pidiéndola!...
Día triste, lágrimas de mar, día de esperanzas, esperanzas de un milagro.

Un milagro que nunca llegó.

Dedicado a Felipe Camiroaga, el hombre que supo amar la vida a mil.
Q.E.P.D.

La noche se rompió, la espera terminó.
Llueve sobre un país, de pena, tristeza.

Vuela Halcón...vuela alto.

Esperame...